La escoliosis es una curvatura lateral, anormal y progresiva de la columna vertebral, tanto de la porción torácica (central) como de la lumbar (parte inferior). Entre un 2% y un 4% de la población sufre de escoliosis, con una curva de más de 10 grados. Una curva inferior a 10º no se considera escoliosis.

Puede darse a cualquier edad, aunque en general se desarrolla en mayor grado durante la adolescencia, y es más común en las niñas. La mayoría de las escoliosis se detectan entre los 10 y los 12 años, pero la deformación empieza entre los 5 y los 8 años.

Las 7 características de la escoliosis

1. Hombros desnivelados.

2. Caderas desniveladas: una aparece más alta y prominente.

3. Un omoplato más alto y más prominente (¡sobresale más!).

4. Gibosidad Torácica: “joroba”, causada porque la caja torácica posterior sobresale más en un lado que en el otro.

5. Una desviación notable de la columna (lumbar o torácica).

6. A veces también una curva lumbar exagerada (lordosis).

7. Triángulos asimétricos entre tronco/pelvis y brazos colgantes.

Prueba de inclinación o prueba de Adam

Existe una prueba muy fácil, que puede realizar incluso una persona que no sea profesional. Prueba de Inclinación (Adam): el paciente se coloca de frente y realiza una flexión del tronco hacia delante, manteniendo las piernas estiradas

En la mayoría de los casos (el 80%) la causa es desconocida; de ahí que su nombre científico sea el de escoliosis idiopática (idiopático significa desconocido). En estos casos el componente hereditario es muy poco importante. En el 20% restante, la causa puede ser secundaria a otras patologías, como enfermedades congénitas (malformación de una vértebra, por ejemplo).
El tipo de escoliosis se clasifica, según el grado de desviación y la edad en la que aparece, en infantil o adolescente. Esta última es la más común; estadísticamente, las personas que la padecen no registran una incidencia de dolor de espalda mayor que el resto de la población hasta llegar a la edad adulta. Normalmente, la escoliosis tiende a progresar mientras los huesos aún están desarrollándose, especialmente durante los estirones del crecimiento. Al llegar a la madurez ósea, aproximadamente a los 18 años, deja de aumentar el grado de desviación o, si lo hace, es ya a un ritmo muy leve.
Los tratamientos tradicionales incluyen aparatos de soporte, colocación de varas o barras en la columna por medio de la cirugía o el uso de corsés ortopédicos correctivos, diseñados para frenar el desarrollo de esas curvaturas más que para corregirlas.
Pero cada día son más los padres con hijos a los que se les ha diagnosticado este problema, que acuden a la consulta del quiropráctico.

La medicina tradicional cuida el efecto

Hasta ahora, la medicina ortopédica clásica sostiene que para corregir la curvatura de la columna, derivada de la escoliosis, son necesarios corsés y ejercicios. Los resultados de este tratamiento han demostrado ser poco efectivos. La fisioterapia, la rehabilitación intensiva hospitalaria o los programas de entrenamiento asociados, también aparecen poco eficaces. Y, como último recurso, la ortopedia tradicional apuesta por la cirugía, con una operación que consiste en fijar la columna con barras de acero, para dejarla recta, aunque inmóvil. ¡Hay que considerar la agresividad de estos métodos, que fuerzan el cuerpo con la introducción de elementos en su interior! Además de dejar la columna fija, estas soluciones afectan mucho mentalmente a los niños o adolescentes, empeorando su calidad de vida. ¿Quién quiere, o puede, pasar 23 horas al día encajado en un corsé, o con una barra de acero en la espalda que le impida moverse, hacer deporte o participar en actividades sociales?
Una vez más vemos cómo la medicina tradicional se centra en el efecto del problema, no en su causa; actúa en modo opuesto a cómo lo hace la Naturaleza y no ofrece una solución.

La quiropráctica elimina la causa

Por el contrario, numerosas investigaciones han demostrado que la Quiropráctica tiene excelentes resultados en el control, la reducción y la corrección de la escoliosis en personas de todas las edades, desde bebés hasta adultos.
Los neonatos presentan una estructura vertebral en forma de “C”, ya que la curva secundaria de las cervicales y lumbares se va desarrollando a medida que progresan en la elevación de la cabeza y en el gateo. Por eso es tan importante cuidar su evolución en esta etapa y fijarnos en la estimulación correcta del desarrollo. No es conveniente saltarse etapas de progreso colocando al bebé en posición erguida prematuramente, lo cual fuerza una postura vertical para la que su cuerpo no está preparado.
Los niños que caminan a temprana edad deben vigilarse especialmente, ya que la presión ejercida sobre los discos en un cuerpo inmaduro en posición vertical puede causar subluxaciones o pérdida del alineación, lo cual puede inducir una escoliosis. El desarrollo de la columna tiene su momento decisivo en la etapa de niñez y adolescencia; se trata de un periodo de grandes cambios, tanto físicos como hormonales, en el que la tendencia a las subluxaciones es constante.


En la edad adulta, la escoliosis viene generada por un problema evolutivo iniciado en la infancia, o por el desarrollo de una curvatura anormal debido a una higiene postural inadecuada. Sintomáticamente, la parte lumbar suele ser la más afectada, ya que como soporte estructural sufre las presiones, y la degeneración de los discos intervertebrales (los cojines de la columna) es más acentuada. Sin embargo, lo que realmente produce síntomas no es la curvatura en sí, sino sus consecuencias; por ello el cuidado quiropráctico es sumamente importante para mantener la columna vertebral flexible y el sistema nervioso libre de interferencias, independientemente de la curvatura. El papel del Doctor en Quiropráctica es el de detectar las subluxaciones o interferencias nerviosas debidas a un mal alineamiento de las vértebras y corregirlas, permitiendo así al cuerpo estabilizarse por sí mismo y al flujo de información del cerebro llegar a todas las partes del cuerpo. Muchas personas con escoliosis también sufren problemas digestivos, pulmonares u hormonales (menstruales). El quiropráctico, ajustando las vértebras y eliminando las subluxaciones, ayuda a corregir estos problemas.

En nuestra clínica quiropráctica Tantae Quiropractic deseamos que mejores de tu escoliosis de manera natural y eficaz. Por ello, te ofrecemos la primera visita al 50%. Contáctanos al 606 81 75 91. ¡Te esperamos!

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