¿Afecta el insomnio a su vida?

Mientras que generalmente es necesario dormir para poder soñar, ¡algunas personas simplemente sueñan con poder dormir! Cuentas ovejas, miras la hora cada 10 minutos, te giras a un lado, al otro lado, boca arriba, boca abajo -ceño de tu quiropráctico- (nuestros pacientes saben por qué), abres la ventana, cierras la ventana, subes las sábanas, bajas las sábanas, despotricas y despotricas mientras ves a la persona que tienes al lado dormir como un tronco (mientras te preguntas de dónde viene esta extraña expresión…), en resumen, ¡está lejos de ser el mejor momento del día!

Los problemas relacionados con el sueño son muy comunes. Algunas personas tienen problemas para dormirse, otras se despiertan constantemente durante la noche o demasiado temprano en la mañana. Entre los adultos, se dice que alrededor del 40% de ellos experimentan uno o más episodios de insomnio en el transcurso de un año. ¿Pero esto es normal?

Repercusiones en la salud

Los adultos necesitan de 6 a 9 horas de sueño por noche para mantener su salud. Aunque una noche más corta o más inquieta es desagradable, las consecuencias no suelen ser dramáticas: ojeras, una cara pálida, falta de energía, dificultad para concentrarse, mal humor o impaciencia son los principales síntomas que se pueden esperar al día siguiente. A menudo, estos síntomas desaparecen por sí solos después de una buena noche de sueño.
Sin embargo, si la privación de sueño persiste y el insomnio se convierte en la norma y no en la excepción, la lista de síntomas se hace más larga y preocupante: la disminución de las defensas inmunitarias, la hipertensión, los problemas cardíacos, los trastornos metabólicos, incluida la diabetes de tipo 2, la depresión y el aumento de peso tienen una mayor incidencia en estas personas. En general, los investigadores han observado que la falta de sueño tiende a poner al cuerpo bajo estrés, haciéndolo más vulnerable a todos los problemas de salud asociados con él. Además, la falta de sueño aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos, lesiones y errores en el trabajo y puede afectar a la calidad de las relaciones interpersonales.

Dormir, ¡mucho más que un período de descanso!

¿Qué sucede en nuestros cuerpos mientras dormimos? Se producen cambios significativos en nuestro sistema nervioso. La alteración de nuestro estado de conciencia induce, en ciclos, episodios de sueños, pero hay mucho más.

Debemos entender que nuestro sistema nervioso tiene dos modos de funcionamiento antagónicos (contrarios): el simpático y el parasimpático. El sistema simpático promueve el despertar y la actividad en general. Bajo su efecto, estamos alerta y somos productivos. El sistema parasimpático, por otro lado, induce un estado de relajación y pasividad muscular. Es este último el que se encarga de cuando dormimos.

Nuestro cuerpo debe utilizar la energía que tiene a su disposición sabiamente, alternando entre estos dos sistemas, que inducen funciones metabólicas muy diferentes pero igualmente importantes. Así, muchas de las funciones necesarias para la curación (incluida la acción del sistema inmunológico) se ven favorecidas por el sistema parasimpático, optimizándose así cuando dormimos. En otras palabras, ¡nos curamos mejor y más rápido mientras dormimos!

Reconciliarse con Morfeo

Para recuperar el sueño, es importante reducir los factores que pueden estimular el estado de simpatía de nuestro sistema nervioso. El alcohol interrumpe los ciclos de sueño y si tiende a somnolecernos al principio, crea el efecto contrario después de unas horas. El té, el café, los dulces y las comidas demasiado grandes en la cena también deben evitarse porque son demasiado estimulantes. Las actividades físicas exigentes durante el día (especialmente al aire libre) crean una fatiga que favorece el sueño, pero para algunas personas, deben evitarse por la noche… o de lo contrario se producirá el efecto contrario. El brillo también juega un papel importante, ya que tiende a inducir la vigilia. Por lo tanto, la luz tenue es preferible en los momentos previos a la hora de acostarse. Evita todas las actividades estresantes al final del día: programas de televisión o lectura que sean demasiado emocionantes, conversaciones animadas, videojuegos, etc.

Sobre todo, establezca una regla estricta: no se permiten preocupaciones o problemas en el dormitorio. A la inversa, puedes crear un estado de relajación por varios medios: escuchando música suave, bañándote, meditando, respirando profundamente… o cualquier otra actividad que te ponga en un estado de relajación.

Y como se explicó anteriormente, la calidad de nuestro sueño depende de la capacidad de nuestro sistema nervioso para promover el modo parasimpático en el momento adecuado. Muchas personas viven en un estado intermedio: tanto de día como de noche, no están ni totalmente en modo de acción, ni totalmente en modo de relajación. Esta situación puede ser causada por un desequilibrio o mal funcionamiento de su sistema nervioso, causado a su vez por la presencia de subluxaciones vertebrales. Sí, tu quiropráctico podría ser el contacto perfecto para reconciliarte con Morfeo.

En Tantae Quiropràctic podemos ayudarte a resolver tus problemas de insomnio a través del cuidado de tu sistema nervioso gracias a la quiropráctica. No dudes en llamarnos al 606 81 75 91 para plantearnos tus dudas y saber más sobre cómo podemos ayudarte.

Os dejamos con un vídeo de nuestro quiropráctico, Dimitri de Borodaewsky, dándonos 5 tips o consejos para mejorar los problemas de sueño. ¡Dulces sueños!

 

 

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